Honduras

Regulación de la Firma Electrónica en Honduras

La normativa de firma electrónica en Honduras se basa en la Ley sobre Firmas Electrónicas y su Reglamento, aprobados en el año 2013 por el Congreso Nacional de la República mediante el Decreto No. 149-2013, emitido el 11 de diciembre de ese mismo año.

Estas normas regulan el uso y la eficacia jurídica de las firmas electrónicas, además de establecer el régimen aplicable a los Prestadores de Servicios de Certificación, que son las entidades autorizadas para emitir y validar dichas firmas.

La Ley sobre Firmas Electrónicas incluye definiciones de conceptos, requisitos, modalidades, efectos y limitaciones, así como las obligaciones y responsabilidades de los usuarios, los prestadores de servicios de certificación y las autoridades competentes. Estas disposiciones se aplican a todos los documentos, contratos y actos jurídicos realizados por medios electrónicos, siempre que las partes así lo acuerden y se cumplan las condiciones establecidas.

El objetivo principal de esta Ley es garantizar la seguridad, la confiabilidad, la intimidad y la autenticidad de las firmas electrónicas, facilitando así su uso en los ámbitos jurídico, administrativo y comercial.

Dentro del marco legal se definen dos conceptos fundamentales. La firma electrónica es entendida como un conjunto de datos electrónicos consignados en un mensaje de datos, adjuntados o asociados a este, y que pueden ser utilizados para identificar al firmante en relación con el mensaje e indicar su voluntad respecto a la información contenida. La firma electrónica avanzada, por su parte, es aquella que ha sido certificada por un prestador acreditado y ha sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo control, de manera que está vinculada únicamente a él y a los datos firmados, permitiendo verificar su identidad y detectar cualquier modificación posterior.

De acuerdo con la Ley, los actos y contratos otorgados por personas naturales o jurídicas utilizando firma electrónica tendrán la misma validez y efectos jurídicos que aquellos realizados con firma manuscrita. Incluso se reputarán como escritos en los casos en que la Ley exija esa formalidad o prevea consecuencias jurídicas cuando los actos consten por escrito.

Sin embargo, esta equivalencia no se aplica a ciertos documentos. Quedan excluidos aquellos para los que la Ley exige una solemnidad que no puede cumplirse mediante documento electrónico, así como los actos relacionados con el derecho de familia.

A pesar de estas limitaciones, la firma electrónica en Honduras es legalmente equiparable a la firma manuscrita y tiene plena validez jurídica en la mayoría de los contextos.

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